Un bosque fósil en la capital egipcia
por Texto: Ruth Lelyen / Fotos de Ruth Lelyen
Hogar de árboles fosilizados y minerales raros que datan de hace más de 30 millones de a?os, el Bosque Petrificado de Maadi, en la capital egipcia, constituye un lugar único de considerable valor geológico y patrimonial, cuyas abundantes estructuras pétreas parecen narrar la historia física de la Tierra.
Ubicado en el este de El Cairo, el sitio alberga una gran variedad de rocas, arena, árboles petrificados, troncos, tallos y ramas pertenecientes a la época del Oligoceno, cuando el clima templado permitió una diversificación de los ecosistemas del planeta.
Tras ciclos de cambios terrestres y climáticos, la madera que una vez conformó estos bosques fue sometida a procesos de permineralización, esto es, el material orgánico es reemplazado por minerales y los espacios porosos se llenan principalmente de sílice, conduciendo a la petrificación.
Restos de madera fosilizada con formas cilíndricas se encuentran esparcidos en el suelo o completamente cubiertos por arena o grava en una extensión que apenas alcanza los siete kilómetros cuadrados y se ve cada vez más amenazada por el inminente avance de la urbanización.
Precisamente, en 1989 el Ministerio del Medio Ambiente de Egipto incluyó el Bosque Petrificado de Maadi entre los protectorados nacionales, declarándolo así reserva natural y espacio geopatrimonial de gran importancia tanto para la ciencia como para el turismo del país.
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